Pese a los avances del feminismo, en Navidad las mujeres siguen acarreando con la mayor parte de la carga física y mental de las celebraciones, un trabajo invisibilizado que conlleva desgaste emocional.
Los expertos abogan por desarrollar políticas que equilibren la vida laboral y familiar, tales como horarios flexibles, servicios de cuidado próximos y accesibles, y estrategias que valoren y compartan las tareas de cuidado en el ámbito doméstico, además de visibilizar la carga mental.
Más información en este enlace.