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Lorenzo Amor, presidente de ATA, analiza la situación de los Autónomos con el Comité Ejecutivo de CEOE Valladolid

*** El 30% de los Autónomos no recuperará su actividad hasta 2023.

*** 4.410 autónomos castellano y leoneses, perciben la prestación por cese de actividad, uno de cada cuatro lo hacen en Valladolid

Valladolid 9 de diciembre de 2021:

El Comité Ejecutivo de CEOE Valladolid ha mantenido un encuentro de trabajo con el Presidente Nacional de ATA, Lorenzo Amor, en el que han analizado la situación de los Autónomos y las medidas necesarias para que puedan mantener su actividad y crecer en el momento de incertidumbre actual, donde el Instituto Nacional de Estadística (INE), el Banco de España, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) o el Fondo Monetario Internacional (FMI), han reducido las perspectivas de crecimiento de España.

Lorenzo Amor ha destacado que “EL 70% de los autónomos en Valladolid no saben qué es la recuperación aún y prácticamente un 30% no espera recuperarse hasta 2023. Hemos tenido, especialmente en el sector de la hostelería y hoteles, en la cultura, un repunte en los últimos meses. El turismo nacional ha beneficiado en mucho a nuestras actividades y tenemos grandes esperanzas en la campaña de invierno. Pero todavía, a fecha 30 de noviembre, 4.410 autónomos castellano y leoneses, perciben la prestación por cese de actividad, uno de cada cuatro lo hacen en Valladolid. Y parece que el Gobierno central no hace más que buscar soluciones que son en realidad la puntilla para acabar con nuestras actividades. Como la subida de las cuotas al subir las bases de cotización en los PGE, como solución, incoherente, por cierto, al déficit de las pensiones. El objetivo de toda administración pública debería ser eliminar trabas, facilitar la actividad a los autónomos y a los nuevos emprendedores, por ejemplo, bajando impuestos. Y sin embargo, se siguen empeñado en ponerle zancadillas a los autónomos y poniendo muy difícil su actividad económica”

Además, consideró necesario allanar el camino por parte del Gobierno central, autonómico y administraciones locales para que “podamos volver cuanto antes a una situación similar a la prepandémica, lo que redundará en beneficio no solo de los autónomos, sino de la sociedad en general”.

Ángela de Miguel, destacó el esfuerzo realizado por el Ayuntamiento y por la Diputación de Valladolid, para, en el marco del Diálogo Social, poner en funcionamiento ayudas dirigidas a pymes y autónomos para que puedan consolidar su actividad, mantener sus empleos y continuar contribuyendo al desarrollo económico de Valladolid, considerando que este debería de ser el modelo a seguir por parte del Gobierno Central, y no poner encima de la mesa, reformas o contrarreformas que desincentivan la inversión y que pueden poner en riesgo un número importante de puestos de trabajo, teniendo en cuenta también la situación delicada que se está viviendo, derivaba de la tensión de la energía y la escasez de materias primas que ya afecta a la Industria, Construcción, Hostelería y Distribución, entre otros sectores.

España realiza un esfuerzo fiscal un 6,6% superior al de la Unión Europea, que ya de por sí es bastante elevado en el contexto internacional, muy por encima del de otros países de la OCDE. Entre las grandes economías avanzadas, tan solo Italia presenta un esfuerzo fiscal superior al de nuestro país.

Subir impuestos en este contexto va a ser contraproducente, ya que supondría retardar, cuando no imposibilitar, las posibilidades de recuperación económica. Las alzas impositivas desaniman la oferta productiva y el consumo, justo lo contrario de lo que requiere nuestra economía, y deterioran las expectativas, provocando una caída en la confianza.

Los esfuerzos de la Administración deberían ir dirigidos a controlar la economía sumergida en el país, superior a la del conjunto de la UE (22% vs 13%, respectivamente según el FMI), para aumentar la recaudación, lo que pasa tanto por mejorar la eficiencia en la lucha contra el fraude fiscal, como por apostar por sistemas fiscales más razonables.

Por ello, CEOE Valladolid considera inoportuno poner sobre la mesa cambios normativos que puedan implicar una mayor fiscalidad o que coarte la flexibilidad interna de las empresas.